sábado, 8 de agosto de 2015

"El Elevador"


En la planta alta de un edificio se encontraban 4 individuos a las puertas del elevador, esperando que se abriera para poder ocuparlo. Eran las 9:00 de la noche en aquel viejo edificio que contaba con algunas modificaciones para hacerlo parecer moderno como el elevador. Los pisos de losas antiguas junto a aquellas paredes pintadas de manera sombría con colores neutros iluminados con lámparas de principios del siglo XX hacían más tenebrosa la escena. La noche parecía tranquila hasta el momento...

El elevador se abrió a las 9:11 p.m. e ingresaron a él, una señora de aproximadamente 50 años, una joven madre y su hija de 7 años, por último ingreso un joven estudiante de psicología de 18 años, todos ellos al ingresar sintieron algo malo en el ambiente dentro de aquel pequeño espacio, el elevador estaba iluminado por dentro con una luz tenue, ninguno dijo nada del escalofrío que recorrió parte de sus cuerpos. La niña fue la primera en reaccionar ante tal situación.

- Mami!!! dijo ella abrazando fuertemente a su madre. - Ocurre algo cariño? preguntó con una voz lastimera su progenitora.

- He visto cosas malas en mi mente al entrar aquí... No quiero que sigamos aquí!. Respondió.



- Es normal que te asustes pequeña! dijo la señora madura. - Yo también tenía miedo de pequeña a los lugares semioscuros como éste, pero aprendí que no hay nada malo en ellos!. 

- Es normal, siempre y cuando no padezcas de claustrofobia!. Alcanzó a decir el joven estudiante. 

- No creo que sea una de esas dos cosas. Ella siempre ha tenido la visión de cuando algo malo esta por pasar!. Comentó la mamá.

Habían pasado exactamente un par de minutos en aquella pequeña conversación y aún no apretaban el botón para hacer uso del elevador. 

- No quiero que aprieten el botón que cierra las puertas! alcanzó a decir la niña en medio de sollozos.



 - Que más puede pasar en un elevador diseñado para transportar personas de manera rápida niñita? Dijo molesto el estudiante mientras apretaba el botón que cerraba las puertas y activaba el funcionamiento que los llevaría a otros pisos más abajo de aquel edificio. 

- Todo va a salir bien querida! Dijo la señora madura. 

El elevador recorrió todos los pisos que componía el edificio de arriba a abajo pero al llegar a la planta baja sufrió un desperfecto y se sacudió por completo mientras la luz empezó a parpadear hasta que se fue completamente. 

- Vaya se ha echado a perder el elevador y nos hemos quedado a oscuras, este debe ser una maldita broma! Comentó el estudiante. - Ahora seguramente nos dirás que tenías razón, ¿no pequeña?.

- No la juzgues sin saber que es lo que le ocurre!. replicó la señora madura. - No hagas caso pequeña verás que pronto todo volverá a la normalidad, ya se compondrá el elevador y vendrá la luz, no hay nada que temer, no tengas miedo!

- No tenemos temor de nosotros sino de ustedes!. Se escuchó decir entre la oscuridad y asumieron que era la voz de la niña. - venimos a llevarnos a quienes nos acompañarán en el infierno. 

De inmediato el terror se apoderó de la señora madura y el joven estudiante. Los recuerdos de ella se basaron en las maldades a su difunto esposo hasta llevarlo a la tumba tempranamente para quedarse con sus bienes, mientras que el joven rememoró todas las maldades que hacía a los animales pequeños durante su infancia y pubertad. Ahora los que habían visto cosas malas en su mente eran ellos. Sabían que debían pagar por ello pero no en ese momento. 

Los golpes que se escuchaban desde fuera mientras gritaban. - Hay alguien allí?. Lo escucharon claramente y comenzaron a pedir auxilio y ayuda con todas sus fuerzas porque parecía que no los escuchaban a la señora y al joven, mientras el terror seguía recorriendo su cuerpo.


Los golpes cesaron y los gritos también. Dentro del elevador reino la oscuridad y el silencio sepulcral. 

Al día siguiente cuando los encargados del edificio pudieron abrir con la ayuda de los bomberos y cuerpos de rescate de la ciudad vieron horrorizados dos cuerpos sin vida, a los cuales se les habían extraído la lengua y las cuencas de los ojos se encontraban vacíos, aquellos cuerpos sin duda no parecían tener alma. Todas las personas tenía la impresión de que los habían vaciado por dentro por presentar un aspecto momificado. Los relojes de esas personas se habían detenido a las 12:00 no se sabe el porqué.

Ocurrió un 6 de junio de un año terminado en 6, dicen que cuando esas fechas llegan hay ángeles caídos en varias partes del mundo esperando para llevar a las almas de aquellos condenados por sus actos en vida, no importa la edad, sexo, ni la creencia religiosa, la misión es llevarlos hacía un lugar donde el medio de transporte inicial es un elevador.


Todavía en aquel edificio ahora modernizado a pesar de haber cambiado de elevador por uno más actual, aún se perciben cosas siniestras en su interior. Las cámaras de seguridad de aquel edificio perciben figuras de niñas, mujeres y hombres, jóvenes y maduros, así como gente de la tercera edad que aparecen y desaparecen ante los ojos de quienes observan los vídeos. No ha vuelto a ocurrir ese suceso o tal vez no ha vuelto a utilizar el elevador algún condenado.

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